Esta teoría de la Atlántida como un continente prohibido se alinea con otros mitos antiguos sobre lugares a los que los humanos no deben llegar. En muchas culturas, hay cuentos de tierras sagradas o ciudades perdidas donde solo los dignos o iluminados pueden entrar. La Atlántida, con su avanzado conocimiento y su misteriosa desaparición, bien podría ser uno de esos lugares: una tierra que era demasiado poderosa y peligrosa para seguir siendo accesible a la humanidad.